Depresión en el trabajo: todo lo que necesitas saber
¿Crees que puedes sufrir depresión en el trabajo? Hoy te damos las claves, analizamos algunas de sus causas y los síntomas más comunes para que puedas reflexionar sobre ello y, si consideras que puedes estar pasando por ello, puedas solicitar la ayuda necesaria tanto a tu entorno como a profesionales.
¿Qué es la depresión laboral?
La depresión en el trabajo es un tipo de depresión que se asocia con circunstancias del trabajo. La falta de motivación, la desgana y la ausencia de fuerzas nos impiden realizar correctamente nuestra función en el ámbito laboral. Muchas veces, ni siquiera apetece mantener la rutina y todo lo relacionado con el trabajo se hace demasiado cuesta arriba.
Puede aparecer tras un periodo vacacional largo, pero no tiene por qué. Puede ser consecuencia también de demasiado estrés, poca actividad en la empresa, sentimiento de ser infravalorado, aburrimiento en el trabajo… Podríamos nombrar una infinidad de causas, que tienen una misma consecuencia: sentimiento de poca realización personal, que nos lleva a una profunda tristeza y a una fuerte desmotivación hacia nuestro puesto, en general, a una depresión laboral.
Síntomas de la depresión laboral
La depresión en el trabajo, al igual que otros tipos de depresión, se caracteriza por una falta de motivación muy intensa. Esta falta de motivación provoca que nos falten las ganas de hacer cosas y se suele generalizar a varios ámbitos de la vida cotidiana. La persona termina sin querer hacer nada, incluso sin poder salir de la cama. Otros síntomas frecuentes son pensamientos de ser poco útil, no servir para nada o no estar a gusto con nuestra vida. Estos pensamientos podrían llevar a una baja autoestima, e incluso producir ideas suicidas.
Síntomas de depresión por estrés laboral
El estrés es definido como un aumento de la energía del cuerpo para actuar ante una situación determinada que requiere dicha energía. Por ejemplo, una situación de peligro de la que tenemos que huir nos provocaría mucho estrés para activarnos y poder huir o luchar.
En el trabajo, el estrés es muy necesario, ya que nos mantiene activos y entretenidos. Sin embargo, mantener un nivel elevado de activación durante demasiado tiempo podría tener consecuencias muy negativas para nuestra salud. Los síntomas de esto podrían ser agotamiento físico, cansancio, imposibilidad de desconectar fuera del trabajo… Este estrés nos podría llevar a una depresión, debido a que el agotamiento nos va llevando poco a poco a la falta de motivación.
Síntomas de depresión por acoso laboral
El acoso laboral, o Mobbing, se define por un tipo de acoso dentro del ámbito laboral, producido por una o varias personas hacia una persona concreta. Este acoso puede ser psicológico, físico o sexual. Al igual que todo tipo de acoso, tiene consecuencias terribles a nivel psicológico. Entre ellas podríamos encontrar una baja autoestima con una elevada infravaloración de las propias cualidades, miedo o terror por ir al trabajo, falta de motivación hacia la empresa, falta de motivación hacia el puesto ocupado… Todo ello podría generar una depresión en el trabajo bastante grave, e incluso un trastorno por estrés postraumático si las agresiones son graves.
Síntomas de depresión por pérdida de trabajo
Al ser humano siempre le cuesta un esfuerzo extra hacer cambios, pero cuando se trata de pérdidas, el costo es mayor y, en muchas ocasiones, aparecen duelos. Ante la pérdida del trabajo nos puede ocurrir, ya que es una parte importante de nuestras vidas, que nos da sustento económico y en el que solemos invertir alrededor de un tercio de nuestro tiempo.
Cuando perdemos el trabajo puede aparecer una falta de motivación intensa, junto con pensamientos negativos hacia nosotros mismos. Esto puede hacer que desarrollemos una depresión. Además, la búsqueda de un nuevo empleo puede hacerse costosa y frustrante, por lo que podría empeorar los síntomas. Por otro lado, la pérdida de rutina y la falta de obligaciones tampoco nos ayuda a salir del agujero.
Síntomas de depresión por no encontrar trabajo
La búsqueda de empleo se ha vuelto mucho más accesible gracias a las nuevas tecnologías. Con un solo clic podemos acceder a multitud de ofertas de empleo, más cerca o más lejos de casa. El problema es que hay mucha gente muy válida que, al igual que nosotros, también busca trabajo. Hay mucha oferta, pero también mucha demanda. Por lo que conseguir el puesto puede volverse complicado. Esto genera mucho estrés y frustración que, a la larga, puede transformarse en apatía. La falta de motivación cuando ya llevamos un tiempo buscando provoca muchas veces que nos falten las energías para seguir haciéndolo. Esta falta de energía puede generalizarse a otros ámbitos de la vida y terminar abarcándolo todo.
Además, el hecho de no encontrar trabajo tras intentarlo numerosas veces, provoca una indefensión aprendida, que afecta directamente sobre nuestra autoestima. «¿Será que no soy lo suficientemente bueno/a? ¿Seguro que valgo para esto? «. También aparecen numerosas preocupaciones que puede producirnos otra sintomatología, como ansiedad: «¿me quedaré en la calle? ¿Me he equivocado de profesión?». Todos estos pensamientos nos producen un elevado estrés que, poco a poco, nos va quitando las ganas de seguir buscando.
Salir de la depresión en el trabajo
Para salir de una depresión en el trabajo es muy importante evaluar bien qué la ha generado y por qué se está manteniendo. Una vez que vemos esto, podemos pasar a hacer pequeños cambios:
- Cuídate: Come sano, duerme las horas necesarias (entre 6 y 9, ni más ni menos) y haz deporte (el que más te guste, mejor si no es algo que te parezca tedioso o aburrido).
- Vuelve a antiguas rutinas: Mantener rutinas nos hace la vida un poco menos costosa y a nuestro cerebro, que es un poco vago, le encantan las cosas poco costosas. Sin embargo, empezar rutinas nos va a costar mucho esfuerzo y tendremos que tirar mucho de la fuerza de voluntad.
- Retoma actividades que te gustaban: Si te gustaba jugar al tenis, por ejemplo, pero ahora no juegas porque no tienes motivación, no lo disfrutas como antes o no tienes energía para ir… ¡Ve! Vence esa apatía y desgana y ve. Poco a poco volverás a disfrutar del tenis como hacías antes y la depresión irá disminuyendo.
- Vigila cómo te hablas: muchas veces nos decimos cosas terribles a nosotros mismos. Peores incluso de las que le diríamos a alguien que nos cae mal. Vigila tu lenguaje y háblate con cariño, esto tiene un fuerte impacto sobre tu autoestima. Cambia pensamientos como «soy tonto. No sirvo para nada» por «me ha salido mal, no pasa nada, lo puedo volver a intentar».
- Tómate tus descansos: El trabajo es un foco importante de estrés que mal gestionado puede hacernos caer en la apatía. Para romper este ciclo, deberás tomarte descansos.
- Aprende a decir que no y pon límites: muchas veces nos llenamos de trabajo. Queremos hacer favores a la gente o quedar bien con el jefe y se nos olvida poner límites. Decir que no a alguna tarea o actividad y liberarnos de tanto peso, hará que estemos más cómodos en nuestro trabajo.
Volver al trabajo después de una baja por depresión
Volver tras una baja por depresión en el trabajo puede ser algo complicado. Debemos retomar las tareas que antes nos agobiaban y volver a encontrarnos con todo el mundo. Para llevar a cabo este proceso lo mejor posible, puede venir bien analizar a fondo las cosas nos afectaban y por qué. Así podemos encontrar soluciones para cada una de ellas.
Esto puede resultar costoso al hacerlo una persona por sí misma, ya que a veces no vemos las cosas desde nuestra propia perspectiva. Por ello, recomendamos firmemente realizar este proceso con ayuda de un profesional, que nos sepa guiar en nuestra vuelta al trabajo y nos dé una ayuda extra para no recaer en la depresión.
¿Necesitas contactar con un equipo experto que te ayude y asesore? Con nuestros psicólogos expertos en depresión en psicolivepsicologos.com encontrarás el apoyo que necesitas para superar esta dura etapa de tu vida. No dudes en contactar con nosotros y empezar tu camino de recuperación.
La depresión en el trabajo es un tipo de depresión que se asocia con circunstancias del trabajo. La falta de motivación, la desgana y la ausencia de fuerzas nos impiden realizar correctamente nuestra función en el ámbito laboral. Muchas veces, ni siquiera apetece mantener la rutina y todo lo relacionado con el trabajo se hace demasiado cuesta arriba.
La depresión en el trabajo, al igual que otros tipos de depresión, se caracteriza por una falta de motivación muy intensa. Esta falta de motivación provoca que nos falten las ganas de hacer cosas y se suele generalizar a varios ámbitos de la vida cotidiana.
Los síntomas de esto podrían ser agotamiento físico, cansancio, imposibilidad de desconectar fuera del trabajo… Este estrés nos podría llevar a una depresión, debido a que el agotamiento nos va llevando poco a poco a la falta de motivación.
El acoso laboral, o Mobbing, se define por un tipo de acoso dentro del ámbito laboral, producido por una o varias personas hacia una persona concreta. Este acoso puede ser psicológico, físico o sexual. Al igual que todo tipo de acoso, tiene consecuencias terribles a nivel psicológico. Entre ellas podríamos encontrar una baja autoestima con una elevada infravaloración de las propias cualidades, miedo o terror por ir al trabajo, falta de motivación hacia la empresa, falta de motivación hacia el puesto ocupado…
Hay mucha oferta, pero también mucha demanda. Por lo que conseguir el puesto puede volverse complicado. Esto genera mucho estrés y frustración que, a la larga, puede transformarse en apatía. La falta de motivación cuando ya llevamos un tiempo buscando provoca muchas veces que nos falten las energías para seguir haciéndolo. Esta falta de energía puede generalizarse a otros ámbitos de la vida y terminar abarcándolo todo.
Para salir de una depresión en el trabajo es muy importante evaluar bien qué la ha generado y por qué se está manteniendo. Una vez que vemos esto, podemos pasar a hacer pequeños cambios
Volver tras una baja por depresión en el trabajo puede ser algo complicado. Debemos retomar las tareas que antes nos agobiaban y volver a encontrarnos con todo el mundo. Para llevar a cabo este proceso lo mejor posible, puede venir bien analizar a fondo las cosas nos afectaban y por qué. Así podemos encontrar soluciones para cada una de ellas.
Número de colegiada: M-33341.
Experiencia en diferentes tipos de tratamiento con adultos, adolescentes y niños. Experta en trastornos de Ansiedad, Depresión, Problemas de Pareja, Trastornos del sueño...
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