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¿Sueles sentir miedo o ansiedad a la hora de hablar con otros, en algún grupo o frente a un público? Esto es la timidez y le sucede a un gran número de personas. Por eso he decido escribir hoy sobre ella. Definir bien el concepto de timidez, así como delimitar sus causas, sus consecuencias y algunos consejos para afrontarla, nos ayudará a conocerla mejor y a reconocer si se acerca a ser un problema grave en nuestras vidas. De esta forma podremos entender qué es la timidez, por qué somos tímidos y cómo lo podemos superar.
Si en algún momento sientes que no puedes manejar la ansiedad que te produce tu timidez, recuerda que puedes contar conmigo.
La timidez puede tener diferentes definiciones dependiendo de a quién preguntes. Coloquialmente se la define como un malestar que tenemos ante la interacción con extraños. Por su parte, la RAE define tímido como “individuo temeroso, medroso, encogido y corto de ánimo”.
Para la Psicología, sin embargo, la timidez constituye un rasgo de la personalidad, concretamente del temperamento. Se define como una “tendencia a evitar interacciones con los demás y a fracasar a la hora de participar apropiadamente en situaciones sociales” (Cano-Vindel y cols., 2005). Aunque algunos autores la definen como un mecanismo de defensa que nos permite evaluar una situación nueva desde una posición de cautela. Ante dichas situaciones aparecería una elevada ansiedad e incomodidad, alta auto-observación, fuerte inhibición y preocupación por uno mismo y por lo que puedan pensar de uno. Este rasgo de la personalidad limita el desarrollo social y personal, pudiendo provocar la aparición de trastornos psicológicos más graves.
Sin embargo, no todos los tímidos son iguales y algunos autores han conseguido clasificar la timidez en varios tipos. Por ejemplo, Zimbardo nos ofrece una clasificación de 3 tipos:
Otro autor que clasifica la timidez es Buss, que menciona únicamente dos tipos diferentes:
Para entender bien lo que es la timidez debemos saber diferenciarla de dos conceptos con los que a menudo la confundimos. Estos son: Introversión y Fobia Social.
Desde la Psicología se ha definido la introversión como una dimensión de la personalidad que engloba rasgos como: tranquilidad, introspección, distancia con los demás, cautela, control emocional… Las personas introvertidas son a menudo reservadas y retraída.
La introversión podría ir acompañada de una gran sensibilidad a las críticas, elevada conciencia de uno mismo y exageración de los defectos.
La introversión es un rasgo generalizado de la personalidad. No aparece únicamente en situaciones sociales novedosas, y no va acompañada de malestar ni ansiedad. La timidez, por su parte, está más relacionada con este tipo de situaciones sociales. Además, la timidez es temporal (suele desaparecer a lo largo del tiempo, conforme adquirimos nuevas habilidades), mientras que la introversión es un rasgo muy estable que no desaparece con el tiempo.
Por otro lado, sin embargo, algunos autores afirman que la timidez es una consecuencia de la baja autoestima y el sentimiento de inferioridad que provoca la introversión. Convirtiéndolos así en conceptos más relacionados entre sí y menos diferenciados.
La APA (American Psychological Association) define la fobia social como “trastorno caracterizado por un temor a una o varias situaciones sociales, en las que la persona se ve expuesta a gente desconocida o al posible escrutinio por parte de los demás”. Aunque actualmente se la denomina trastorno por ansiedad social, ya que se ha observado que la mayor parte de personas que lo padecen, no recurren a la evitación de las situaciones temidas, síntoma principal de las fobias.
Como hemos visto, la timidez es un rasgo del temperamento, es innata (nacemos con ella). Muchos autores la definen por ello como un factor de vulnerabilidad para el desarrollo de Trastorno por Ansiedad Social. Pero ¿esto qué significa? Pues bien, se ha observado que las personas tímidas tienen más probabilidades de desarrollar un trastorno de ansiedad, debido a que son más sensibles a ciertas situaciones. Esto es lo que conocemos factor de vulnerabilidad, no es una causa en sí misma, pero manejada de una manera poco adaptativa o en combinación con otro factores, sí puede dar lugar al desarrollo del trastorno.
A priori parece que la timidez y el Trastorno por Ansiedad Social se parecen bastante, pero la realidad es que tiene bastantes diferencias:
Las causas de la timidez se pueden clasificar en tres grupos:
La timidez suele aparecer muy pronto (con 1 o 2 años ya se podrían empezar a ver rasgos). Suele ser transitoria y desaparecer conforme vamos madurando y adquiriendo más habilidades para relacionarnos con el medio.
Por otro lado, al ser un rasgo del temperamento, determina el desarrollo de la personalidad, la emocionalidad y la conducta social. Es decir, nos podríamos convertir en personas más retraídas, solitarias y evitativas, emocionalmente nerviosas y temerosas de las relaciones sociales. Aunque esto también dependería de cómo nos eduquen nuestros padres.
Además, como hemos dicho anteriormente, la timidez es un factor de vulnerabilidad y, por lo tanto, precursor del Trastorno por Ansiedad Social (TAS). Mal gestionada, o en combinación con otros factores (como el aprendizaje de conductas poco adaptativas, por ejemplo, la evitación de relaciones sociales) podría llegar a producir un TAS.
Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, puede ser modificada mediante el aprendizaje. Es decir, podemos aprender a no ser tímidos, desarrollando habilidades sociales y habilidades de manejo de la ansiedad, disminuyendo así las consecuencias negativas que tendría la timidez.
Como ya hemos dicho, la timidez es un rasgo que heredamos y que se puede modificar mediante aprendizajes. Es decir, no tenemos por qué sufrir la timidez para siempre, la podemos superar.
Si sientes que tu timidez no es demasiado grave y que, dentro de lo que cabe, podrías llegar a manejarla sin ayuda externa, te recomendamos adquirir nuevas experiencias. La timidez se caracteriza por una cierta ansiedad ante las situaciones sociales novedosas, vivir estas situaciones hará que poco a poco te den menos ansiedad. Recuerda que enfrentarnos a nuestros miedos hace que desaparezcan.
Por el contrario, si sientes que no puedes manejar esta ansiedad producida por la timidez y crees que necesitarías ayuda, te recomendamos que acudas a un profesional. Como psicólogos, te podemos ayudar a adquirir nuevas habilidades, tanto sociales para mejorar las relaciones con los demás, como habilidades de manejo de la ansiedad, de cara a poder disminuir el nerviosismo que produce la timidez. Consulta nuestras tarifas o solicita tu cita. Estaremos encantados de poder ayudarte.
Cano-Vindel, A., Pellejero, M., Ferrer, M.A., Iruarrizaga, I. y Zuazo, A. (2005). Aspectos cognitivos, emocionales, genéticos y diferenciales de la timidez. Revista Electrónica de Motivación y Emoción.
Sierra-Sánchez, V., Latorre-Cosculluela, C., Rodríguez-Martínez, A. y Vázquez-Toledo, S. (2021). Vínculos entre la timidez y las habilidades sociales: Análisis de tendencias entre grupos de edad y sexo. Revista Española de Orientación y Psicopedagogía. 32 (2), 91-109.
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