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Tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA)

Tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

Índice

¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria?

Los trastornos de la conducta alimentaria son todos aquellos trastornos mentales en los que se genera una relación anormal con la comida y la imagen corporal. Puede ocurrir que, por miedo a engordar, no comamos o que no se ingiera algún tipo de alimento. O podría ocurrir que utilicemos la comida (en especial la poco saludable) para la gestión de nuestras emociones. 

 

Al final, observamos que la persona no ve la comida solo como un alimento, sino como un peligro o como un medio para lograr un fin (relajación, por ejemplo). Dependiendo de la relación que se haya formado podemos encontrar diferentes tipos de TCA (trastornos de la conducta alimentaria).

Tipos de trastornos de la conducta alimentaria

La anorexia es un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), que se basa en el miedo a estar gordo/a, que llega a ser obsesivo. Como resultado de este miedo, la persona reduce mucho su ingesta de alimentos. Se obsesiona con controlar mucho lo que come, cuenta las calorías, se restringe, etc. Puede ser restrictiva o con atracones y purga (conductas compensatorias, que buscan equilibrar lo comido, por ejemplo, con un vómito o haciendo mucho deporte).

Se observa un trastorno de la imagen corporal, porque se ven más gordas/os de lo que están en el espejo. Siempre van a pensar que tienen que adelgazar aún más, provocando conductas cada vez más restrictivas.

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Es un trastorno de la conducta alimentaria, basado en el miedo a perder la figura, en este caso no buscan solo la delgadez, sino que buscan una figura perfecta. No quieren estar demasiado delgados/as, ni demasiado gordos/as. Este miedo puede hacerse obsesivo, al igual que en la anorexia. Aparece una restricción hacia algunos alimentos, un control de las calorías que consumen en general y culpa si comen de más. 

Sin embargo, aparecen numerosos episodios de atracones incontrolables, seguidos de un sentimiento de culpa muy profundo, que les lleva a conductas compensatorias. Estas conductas pueden ser vómitos, ejercicio excesivo, laxantes…, todo lo que utilice la persona para “equilibrar” lo que ha comido, con tal de no ganar peso.

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El trastorno de atracones es un trastorno de la conducta alimentaria, en el cual la persona recurre a la comida de manera impulsiva y descontrolada. Suele ser una manera de manejo emocional o de afrontamiento de alguna situación compleja, aunque no se hace de manera consciente, sino que es una conducta más impulsiva. Hemos aprendido a gestionarlo así, se ha creado ese hábito y ahora no lo podemos controlar bien. 

El atracón se define como una ingesta de una cantidad de comida claramente superior a la que la mayoría de personas ingerirían en ese periodo de tiempo y en una situación parecida. Añade, además, que suele haber otros síntomas, como:

  • Comer muy rápido.
  • Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
  • Comer grandes cantidades de alimentos sin tener hambre.
  • Comer solo, por la vergüenza que siente al comer tanto.
  • Sentimientos depresivos o de vergüenza o culpa.

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La obesidad es uno de los mayores problemas de salud del siglo XXI. Preocupa a los especialistas, sobre todo por sus consecuencias catastróficas, como mayor riesgo de infartos o ictus, diabetes, algunos tipos de cánceres, etc. La preocupación en este sentido es creciente, debido al aumento de casos en los últimos años, que explica por diversos factores:

  • Sociedades cada vez más estresantes, con ritmos muy frenéticos, que provoca en sí desajustes hormonales.
  • Mayor variedad de alimentos poco saludables, cada vez más al alcance de nuestras manos y, en ocasiones, más baratos que los más saludables.
  • Mayor sedentarismo. Cada vez nos movemos menos, hacemos menos deporte, vamos en coche a todos lados y, si podemos quedarnos en casa, mejor.

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Otros trastornos de la conducta alimentaria

Aparte de los ya mencionados, existen otros trastornos de la conducta alimentaria que son menos conocidos, también porque son menos comunes.

La pica es un TCA que se basa en la ingesta de sustancias no alimenticias, es decir, que no están hechas para la alimentación. Por ejemplo, arena, piedras u hojas de papel.

El trastorno de rumiación es un TCA basado en la regurgitación repetida de alimentos. Tras esto, los alimentos se vuelven a masticar, se tragan o se escupen. Para ser diagnosticado debe aparecer este síntoma cuando no hay otro TCA.

El trastorno de evitación o restricción de la ingesta es un TCA que se basa en la falta de interés por la comida o la evitación de esta por diferentes motivos:

  • Características organolépticas.
  • Preocupación por las consecuencias negativas que puede tener el acto de comer.

Tratamiento

El tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria precisa necesariamente de un trabajo multidisciplinar:

Un psicólogo experto en TCA de Psicolive Psicólogos se encarga de evaluar bien la situación del paciente. Observamos las emociones, pensamientos y conductas de éste para proporcionar el tratamiento adecuado. En el caso de los TCA el tratamiento irá dirigido, sobre todo, a mejorar la relación con la comida, enseñando nuevas estrategias de afrontamiento. También, observamos los miedos existentes en este sentido y los pensamientos y creencias que los generan y tratamos de hacerlos más adaptativos.

Es preciso contar con la ayuda de diferentes profesionales, por ejemplo:

  • Psiquiatra: nos ayudará a estabilizar la química cerebral para poder hacer más manejable nuestra reacción ante ciertas situaciones y que sea más sencilla la terapia psicológica. 
  • Endocrino: evaluará el peso y la alimentación del paciente, para poder equilibrar su nutrición de manera más saludable. También llevará a cabo algunos análisis físicos (de sangre, por ejemplo) para comprobar que no falta ningún nutriente.