Qué es la distimia y cómo tratarla

¿Qué es la distimia? ¿Es lo mismo que la depresión? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre este trastorno psicológico y cómo tratarlo.

¿Qué es la distimia o la depresión crónica?

Se llama distimia o depresión crónica a la presencia de un estado de ánimo depresivo, en el que aparece un sentimiento de desesperanza, acompañado de baja autoestima. En general, podríamos hablar de un tipo de depresión algo más leve que la depresión mayor, aunque puede ser igualmente incapacitante.

Sin embargo, es un tipo de depresión que suele cronificarse, es decir, mantenerse mucho en el tiempo. Las personas que lo padecen presentan los síntomas durante 2 años, en los que no se sienten bien más de dos meses seguidos. Es por esto que a la distimia se da otros nombres, como depresión crónica o depresión persistente.

qué es la distimia

Diferencia entre distimia y depresión mayor

La depresión mayor es un tipo de depresión que aparece con unos síntomas de apatía, tristeza y desmotivación muy intensos. Suele haber también fuertes pensamientos sobre el suicidio y la muerte, vistos como única escapatoria ante tanto sufrimiento. Por tanto, como hemos dicho anteriormente, la depresión crónica o distimia es menos grave que la depresión mayor.

Sin embargo, la depresión mayor, debido a su intensidad, no suele tener una duración muy prolongada. A diferencia de la distimia, que puede llegar a durar varios años. Así, una depresión mayor se puede diagnosticar a partir de las dos semanas con presencia de síntomas, mientras que para la distimia los síntomas deben estar presentes al menos durante dos años.

Diferencia entre distimia y ciclotimia

Como hemos comentado, al explicar qué es la distimia, que es un tipo de depresión crónica, en ella vamos a observar un sentimiento muy estable de tristeza y desmotivación, que dura 2 años y está presente la mayor parte del tiempo. La ciclotimia, por su parte, podría ser definida como un trastorno bipolar leve.

Esto quiere decir que habría unos cambios emocionales bruscos y sin causa aparente. La persona que lo padece pasa de estar triste a estar feliz o contenta y viceversa, a pesar de no haber tenido una experiencia que pueda provocar este cambio. Al igual que ocurre con la distimia, la ciclotimia no tiene unos síntomas tan graves y acusados como el trastorno bipolar, pero suele cronificarse. Por tanto, la diferencia entre distimia y ciclotimia sería la presencia (ciclotimia) o ausencia (distimia) de cambios de humor sin causa aparente.

distimia y depresión crónica

Síntomas de la distimia

Como hemos comentado anteriormente al explicar qué es la distimia, sus síntomas son similares a los encontrados en otros cuadros depresivos. Aparecen, por tanto, los siguientes síntomas según el DSM-5:

  • Estado de ánimo depresivo durante la mayor parte del día, más días a la semana de los que está ausente.
  • Presencia de al menos dos de los siguientes síntomas:
    • Cambios en el apetito. De repente tenemos demasiada o demasiada poca hambre.
    • Alteración del sueño: insomnio (no podemos dormir y descansar bien) o hipersomnia (estamos constantemente cansados y dormimos más de la cuenta).
    • Falta de energía o fatiga.
    • Baja autoestima.
    • Dificultad para concentrarse y/o para tomar decisiones.
    • Sentimiento de desesperanza.
  • Durante un periodo de dos años, la persona nunca ha vivido sin estos síntomas de distimia más de 2 meses seguidos.
  • No hay síntomas de manía o hipomanía (sentimientos de felicidad extrema y euforia).

Los síntomas de distimia provocan un deterioro en diferentes áreas de la vida (familia, trabajo…) o un sufrimiento significativo en la persona.

Causas de la distimia

Las causas de la distimia o depresión crónica han sido poco estudiadas, en comparación con otros trastornos depresivos. Sin embargo, al ser un tipo de depresión, podríamos asumir que tienen las mismas causas que la depresión mayor.

Para poder entender mejor las causas, cabe explicar qué es un factor predisponente y un factor precipitante.

Los factores predisponentes son aquellas características que nos predisponen a sufrir una enfermedad, esto es, aquello que hace que sea más probable que la tengamos. Por ejemplo, la genética o algún problema orgánico se han visto que afectan mucho en la depresión, sobre todo problemas en la corteza prefrontal y más concretamente, en el hemisferio derecho. Otro factor predisponente podría ser el desequilibrio de neurotransmisores, como las famosas dopamina y serotonina, “hormonas de la felicidad”, aunque esto también podría ser visto como una consecuencia de la depresión y no únicamente como causa. Otro factor que puede ser predisponente es la educación que hemos recibido en nuestra infancia y las cosas que hemos ido aprendiendo sobre nosotros mismos y sobre el mundo.

Por otro lado, los factores precipitantes son aquellos que precipitan la enfermedad, es decir, que provocan que la desarrollemos. En el caso de la distimia, los factores precipitantes podrían ser estrés laboral, muerte de un familiar, vivencias traumáticas… Diferenciar estos factores nos es importante para entender por qué algunas personas sufren distimia o depresión ante una situación, mientras que otras no lo padecen. También nos hace entender que en muchas ocasiones no aparece un único factor, sino que es la suma de varios factores lo que provoca la distimia o la depresión crónica.

depresión crónica

Por último, también cabe señalar la existencia de factores de mantenimiento, aquellos que provocan que el problema se mantenga. Estos factores nos impiden muchas veces evolucionar y salir del problema en el que estamos.

Cómo es vivir con la depresión crónica

Ahora que sabes qué es distimia, te vamos a contar cómo es padecerla pues una persona con depresión crónica sufre mucho. Vivir con depresión crónica provoca una sensación de tristeza y apatía ante todo, incluido aquello que nos gustaba. Esto hace que no tengamos ganas de hacer nada, que nada nos guste ni nos motive. Al sentir esta profunda desmotivación, no nos apetece ir al trabajo, pero tampoco salir con los amigos o ir a visitar a nuestros padres.

Poco a poco la persona puede ir dejando de hacer actividades, lo que a su vez provoca menos motivación por estas. Nuestro círculo social se va cerrando cada vez más, porque la gente ve que no nos queremos apuntar nunca a los planes y dejan de proponérnoslos. Esto hace que perdamos amistades. En este sentido, es importante señalar que si algún conocido padece depresión crónica o distimia, puedes ayudarle tratando de animarle a hacer determinadas cosas.

La presión social nos empuja muchas veces a hacer algo que no nos apetece demasiado y podemos utilizar esto en un buen sentido. También puede ayudarle que le escuches atentamente y trates de entender su problema. No es necesario que aportes soluciones, ya que muchas veces sólo necesitamos que nos escuchen.

Además, muchas veces, nuestra cabeza no para. Aparecen pensamientos rumiativos, que no desaparecen fácilmente y que van y vienen todo el rato. Estos pensamientos nos hacen permanecer en círculos viciosos sobre temas negativos y nos dificultan el ver la parte positiva de las cosas. Esto resulta agotador y muy doloroso, ya que es así la mayor parte del día y durante años.

¿La distimia es incapacitante?

Además de saber qué es la distimia tienes que saber que es igualmente incapacitante, como una depresión mayor. Genera mucho sufrimiento y de manera demasiado estable, por lo que la persona puede llegar a perder las esperanzas de recuperarse. Además, en la distimia aparecen la apatía y la desmotivación de la depresión mayor, que provocan que cada cosa que queramos hacer nos cueste mucho.

No encontramos las energías ni las ganas para iniciarlo y una vez iniciado nos cuesta mantenernos en ello. Esto no solo incluye actividades de ocio, del trabajo o de la universidad, sino también actividades del día a día, como limpiar la casa, cocinar, salir a dar una vuelta o, incluso, levantarnos de la cama pueden hacerse todo un mundo para una persona sin motivación.

Cabe señalar aquí la necesidad de iniciar actividades pese a la falta de motivación. Si dejamos que la desmotivación nos venza y dejamos de hacer cosas, esta se hace más fuerte y poco a poco nos irá apeteciendo menos hacer actividades. Esto podría provocar que la depresión fuese más grave.

Tratamiento de la distimia

Salir de un episodio depresivo tan duradero como lo es la distimia no es algo sencillo. Para ello se recomienda acudir a un especialista en salud mental que pueda darte las pautas necesarias y adecuadas para tu caso. No dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de psicólogos expertos en depresión en Psicolive Psicólogos.

En este sentido, el tratamiento psicológico de la distimia se iniciaría con una evaluación de las situaciones en las que la persona está mal y en las que está bien. También se evaluarían aquellas cosas que motivan a la persona y que la animan a continuar día a día. Evaluaremos, además, los pensamientos negativos que puedan estar presentes en la vida de la persona, de cara a mejorar aquellos que no nos sean útiles en este momento. Más adelante, se iniciaría el tratamiento.

Es indispensable en la depresión iniciar una activación conductual, es decir, no dejar que la desmotivación nos frene y hacer todo aquello que antes nos habría apetecido. Al hacer cosas sin motivación, nos cuesta más hacerlas, pero provoca que poco a poco recuperemos esa motivación.

Tratamiento natural​

Muchas personas buscan un tratamiento natural para la distimia o para la depresión, como alternativa a la farmacología. Aunque no hay suficientes estudios que avalen su eficacia, a algunas personas les puede resultar útil para sentirse un poco mejor. Cabe señalar aquí que hay que consumirlos con precaución, ya que no dejan de ser sustancias que reaccionan con la propia química del cuerpo, e incluso podrían reaccionar con algún otro medicamento que se esté tomando. Por tanto, antes de consumir cualquiera de estos tratamientos, consúltalo con tu médico.

Algunos de estos tratamientos naturales para la distimia que te pueden funcionar son:

  • Hierba de San Juan
  • SAMe
  • Ácidos grasos omega 3: presentes en algunos pescados, por ejemplo.
  • Azafrán
  • 5-HTP
  • DHEA

Tratamiento farmacológico

El tratamiento farmacológico de la distimia busca recuperar el equilibrio químico del cerebro. Como hemos dicho anteriormente, en la depresión hay una alteración de la Dopamina y la Serotonina, que se encargan de las funciones del placer y del bienestar. Al tener menor cantidad de estas sustancias, nos vemos incapaces de sentir estas sensaciones o las sentimos con menor intensidad. Esta alteración puede verse como una causa y como una consecuencia de otros factores presente en la distimia.

Mediante la farmacología se busca el aumento de estas sustancias en el cerebro, aunque también su mejor transporte entre las neuronas. Al mejorar esto, aumenta la sensación de bienestar. Sin embargo, para el tratamiento de depresión o distimia se recomienda el tratamiento conjunto con terapia cognitivo-conductual, para que los cambios se mantengan en el tiempo y la persona no dependa de la sustancia para estar bien.

Se llama depresión crónica a la presencia de un estado de ánimo depresivo, en el que aparece un sentimiento de desesperanza, acompañado de baja autoestima. Es un tipo de depresión que suele cronificarse. Las personas que lo padecen presentan los síntomas durante, al menos 2 años.

Se llama distimia a la presencia de un estado de ánimo depresivo, en el que aparece un sentimiento de desesperanza, acompañado de baja autoestima. Es un tipo de depresión que suele cronificarse. Las personas que lo padecen presentan los síntomas durante, al menos 2 años.

En ella (distimia) vamos a observar un sentimiento muy estable de tristeza y desmotivación, que dura 2 años y está presente la mayor parte del tiempo. La ciclotimia, por su parte, podría ser definida como un trastorno bipolar leve. Esto quiere decir que habría unos cambios emocionales bruscos y sin causa aparente.

La depresión mayor es un tipo de depresión que aparece con unos síntomas de apatía, tristeza y desmotivación muy intensos. Suele haber también fuertes pensamientos sobre el suicidio y la muerte. la depresión crónica o distimia es menos grave que la depresión mayor. Una depresión mayor se puede diagnosticar a partir de las dos semanas con presencia de síntomas, mientras que para la distimia los síntomas deben estar presentes al menos durante dos años.

Las causas de la distimia han sido poco estudiadas. Sin embargo, al ser un tipo de depresión, podríamos asumir que tienen las mismas causas:

  • Factores predisponentes: la genética o algún problema orgánico (corteza prefrontal), desequilibrio de neurotransmisores, como las famosas dopamina y serotonina, educación en la infancia.
  • Factores precipitantes: estrés laboral, muerte de un familiar, vivencias traumáticas…

Vivir con depresión crónica provoca una sensación de tristeza y apatía ante todo, incluido aquello que nos gustaba. Esto hace que no tengamos ganas de hacer nada.

Aparecen pensamientos rumiativos, que nos hacen permanecer en círculos viciosos sobre temas negativos y nos dificultan el ver la parte positiva de las cosas.

La distimia se considera algo más leve que la depresión mayor, sin embargo, puede ser igualmente incapacitante. aparecen la apatía y la desmotivación de la depresión mayor, que provocan que cada cosa que queramos hacer nos cueste mucho.

El tratamiento psicológico de la distimia se iniciaría con una evaluación de las situaciones en las que la persona está mal y los pensamientos negativos que puedan estar presentes en la vida de la persona, de cara a mejorar aquellos que no nos sean útiles en este momento. Es indispensable en la distimia, no dejar que la desmotivación nos frene y hacer todo aquello que antes nos habría apetecido.

  • Tratamiento psicológico:
    • Evaluación de las situaciones en las que la persona está mal.
    • Evaluación de los pensamientos negativos, de cara a modificar aquellas ideas que no nos son útiles.
    • Realización de actividades pese a la falta de motivación
  • Tratamientos naturales:
    • Hierba de San Juan
    • SAMe
    • Ácidos grasos omega 3: presentes en algunos pescados, por ejemplo.
    • Azafrán
    • 5-HTP
    • DHEA
  • Tratamiento farmacológico: busca recuperar el equilibrio químico de la Dopamina y la Serotonina
  • Tratamiento psicológico:
    • Evaluación de las situaciones en las que la persona está mal.
    • Evaluación de los pensamientos negativos, de cara a modificar aquellas ideas que no nos son útiles.
    • Realización de actividades pese a la falta de motivación
  • Tratamientos naturales:
    • Hierba de San Juan
    • SAMe
    • Ácidos grasos omega 3: presentes en algunos pescados, por ejemplo.
    • Azafrán
    • 5-HTP
    • DHEA
  • Tratamiento farmacológico: busca recuperar el equilibrio químico de la Dopamina y la Serotonina

Si algún conocido padece depresión crónica o distimia, puedes ayudarle tratando de animarle a hacer determinadas cosas. También puede ayudarle que le escuches atentamente y trates de entender su problema. No es necesario que aportes soluciones, ya que muchas veces sólo necesitamos que nos escuchen.

Salir de un episodio depresivo tan duradero como lo es la distimia no es algo sencillo. Para ello se recomienda acudir a un especialista en salud mental que pueda darte las pautas necesarias y adecuadas para tu caso. No dudes en ponerte en contacto con Psicolive Psicólogos.

Aparecen los siguientes síntomas, según el DSM-5:

  • Estado de ánimo depresivo durante la mayor parte del día
  • Presencia de al menos dos de los siguientes síntomas:
    • Cambios en el apetito
    • Alteración del sueño:
    • Falta de energía o fatiga.
    • Baja autoestima.
    • Dificultad para concentrarse y/o para tomar decisiones.
    • Sentimiento de desesperanza.
  • Durante un periodo de dos años, la persona nunca ha vivido sin estos síntomas de distimia más de 2 meses seguidos.
  • Los síntomas de distimia provocan un deterioro en diferentes áreas de la vida o un sufrimiento significativo en la persona.
Elena Cabeza de Vaca Iriarte

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